Cuando iba al grupo de lactancia con mi niña recién nacida, las madres de bebés de tres meses decían: Ya casi ni me acuerdo de mi bebé así de pequeño, crecen muy deprisa. Yo pensaba que no seria para tanto y que a los tres meses recordaría el peso y el tamaño de sus quince días. Creía que a los seis podría reconocer rasgos en su cara de cuando nació... Creía... Ahora miro fotos y vídeos y rompo a llorar al darme cuenta que el tiempo, a veces, es demasiado rápido. Estos padres lo sabían y mirar que cosa más bonita hicieron.